
La Vez Que Casi Me Estafan Comprando Un Carro Usado: Lecciones Para Evitar Fraudes
Descubre cómo identificar y evitar estafas al comprar carros usados en Colombia. Una historia real con consejos prácticos para proteger tu inversión.

Descubre cómo identificar y evitar estafas al comprar carros usados en Colombia. Una historia real con consejos prácticos para proteger tu inversión.
Hace aproximadamente dos años, cuando decidí comprar mi primer vehículo usado en Bogotá, jamás imaginé que estaría a punto de caer en una elaborada estafa que me habría costado millones de pesos. Hoy quiero compartir esta experiencia para que otros compradores en Colombia no pasen por lo mismo.
El mercado de vehículos usados en Colombia mueve aproximadamente 1.2 millones de transacciones anuales, según datos de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos). Con un volumen tan alto, no es sorprendente que las estafas sean frecuentes. De hecho, la Superintendencia de Industria y Comercio reporta que las denuncias por fraudes en la compraventa de vehículos usados aumentaron un 27% en los últimos tres años.
Todo empezó con un anuncio en una conocida plataforma de compraventa. Un Renault Sandero 2018 con apenas 35.000 kilómetros, en perfecto estado y a un precio significativamente por debajo del mercado: 28 millones de pesos cuando vehículos similares costaban alrededor de 35 millones.
El vendedor, quien se presentó como Carlos Ramírez, explicó que necesitaba vender rápidamente porque se trasladaba al exterior por motivos laborales. La urgencia justificaba el precio atractivo, o al menos eso pensé.
Ahora que miro hacia atrás, las señales estaban allí desde el principio:
Sin embargo, la emoción de conseguir una "ganga" nubló mi juicio. Además, el vehículo realmente existía y pude verlo personalmente, lo que aumentó mi confianza.
Acordamos vernos en un centro comercial del norte de Bogotá. El carro lucía impecable, tal como mostraban las fotos. Carlos me permitió conducirlo y todo parecía funcionar perfectamente. Incluso llevé a un mecánico amigo que dio un visto bueno preliminar.
El vendedor tenía respuestas para todo: el mantenimiento siempre se había realizado en concesionario, tenía todos los recibos (aunque convenientemente había olvidado traerlos), y el kilometraje bajo se debía a que era su segundo vehículo.
Me mostró la tarjeta de propiedad, el SOAT vigente y la revisión técnico-mecánica al día. Todo parecía estar en orden. Me explicó que el vehículo había sido importado directamente por él cuando trabajaba en una empresa con beneficios arancelarios, lo que justificaba algunas particularidades en los documentos.
Incluso me mostró una factura de compra que parecía auténtica. Lo que no sabía entonces es que estos documentos habían sido hábilmente falsificados.
Acordamos realizar la transferencia en una notaría dos días después. Carlos solicitó un adelanto de 5 millones de pesos para asegurar la venta, pero insistí en que todo se haría el mismo día de la transferencia.
La noche anterior a cerrar el trato, decidí hacer una verificación adicional. Contacté a un gestor de trámites vehiculares recomendado por un familiar para que revisara el estado del vehículo en el RUNT (Registro Único Nacional de Tránsito).
Lo que descubrió me dejó helado: el vehículo tenía una prenda a favor de un banco por 22 millones de pesos y, además, presentaba una inconsistencia en los números de motor reportados. El vehículo había sido reportado con modificaciones no autorizadas.
Al día siguiente, llegué a la notaría acompañado de un amigo abogado. Cuando confronté a Carlos con la información, primero intentó explicarlo como un error administrativo. Cuando insistí, cambió su actitud completamente, se puso nervioso y finalmente se retiró apresuradamente, no sin antes amenazar veladamente que "dejara las cosas así".
Posteriormente descubrí que el nombre que me había dado era falso y que el mismo vehículo había sido ofrecido simultáneamente en otras plataformas con diferentes historias.
Mi experiencia no es única. En Colombia existen varias modalidades frecuentes de estafa en la compraventa de vehículos usados:
Como en mi caso, muchos estafadores venden vehículos que tienen prendas o gravámenes. El comprador termina pagando por un vehículo que legalmente sigue comprometido con una entidad financiera.
Según la Superintendencia Financiera, aproximadamente el 18% de los vehículos usados en venta tienen algún tipo de prenda no declarada.
Esta modalidad implica vehículos robados a los que se les cambia la identidad utilizando los datos de un vehículo legal similar. El comprador adquiere un vehículo aparentemente legal que en realidad es robado.
La Dijín reporta que anualmente se recuperan cerca de 2,000 vehículos con estas características en Colombia.
Conocido como "rollback", consiste en manipular el odómetro para mostrar un kilometraje menor al real, aumentando artificialmente el valor del vehículo.
Estudios de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores estiman que hasta el 30% de los vehículos usados en el mercado tienen el kilometraje alterado.
Vehículos que han sufrido accidentes graves son reparados cosméticamente para ocultar daños estructurales que comprometen la seguridad.
Aproximadamente un 22% de los vehículos usados en venta han tenido reparaciones mayores no declaradas, según datos del Centro de Experimentación y Seguridad Vial.
Mi experiencia me enseñó valiosas lecciones que quiero compartir con todos los potenciales compradores de vehículos usados en Colombia:
Si estás considerando comprar un vehículo usado en Colombia, existen opciones más seguras que la compra directa entre particulares:
Empresas como Kavak, OLX Autos o los programas de usados certificados de las marcas ofrecen garantías y verificaciones previas. Aunque el precio puede ser ligeramente mayor, la seguridad vale la inversión.
Existen empresas especializadas en intermediación que verifican tanto al vendedor como al vehículo, garantizando una transacción segura a cambio de una comisión.
Si ya has sido víctima de una estafa en la compra de un vehículo usado:
El mercado de vehículos usados en Colombia ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Según datos de Fenalco y la Andi, por cada vehículo nuevo que se vende en el país, se comercializan aproximadamente 3.5 usados.
La pandemia y la crisis económica han acelerado esta tendencia, con un incremento del 23% en las transacciones de usados durante 2022 comparado con 2019. Esto ha creado un entorno propicio tanto para vendedores honestos como para estafadores.
Las ciudades con mayor incidencia de estafas en la compraventa de vehículos son Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, coincidiendo con los mayores mercados automotrices del país.
Sí, es legal comprar un vehículo con prenda siempre que esta sea declarada y el comprador acepte asumir la obligación. Lo ilegal es ocultar la existencia de la prenda al comprador.
Puedes consultar el estado de multas y comparendos en el Sistema Integrado de información sobre multas y sanciones por infracciones de tránsito (SIMIT) con la placa del vehículo.
El vendedor debe entregarte: tarjeta de propiedad, SOAT vigente, certificado de revisión técnico-mecánica vigente, recibo de pago de impuestos al día, y el contrato de compraventa firmado y autenticado.
Debes ser especialmente cuidadoso con vehículos importados directamente. Verifica que cuenten con todos los documentos de importación legales y que estén debidamente homologados para circular en Colombia.
El trámite de traspaso debería completarse en un plazo máximo de 10 días hábiles, aunque en la práctica puede variar según el organismo de tránsito.
Mi experiencia cercana con el fraude me enseñó que en la compra de vehículos usados, la diligencia y la precaución son inversiones, no gastos. Aunque perdí tiempo y experimenté estrés, me salvé de perder millones de pesos y de problemas legales potencialmente graves.
El mercado de vehículos usados en Colombia ofrece excelentes oportunidades para encontrar buenos autos a precios razonables, pero requiere un comprador informado y cauteloso. Las verificaciones previas, aunque pueden parecer engorrosas, son el mejor seguro contra estafas.
Recuerda: si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea. La paciencia y la diligencia son tus mejores aliados al comprar un vehículo usado.
¿Has tenido alguna experiencia similar comprando un vehículo usado? ¿Qué precauciones adicionales tomas al realizar este tipo de transacciones? Comparte tu experiencia en los comentarios para ayudar a otros compradores.